Historia del Cementerio de Punta Arenas
El cementerio de Punta Arenas es uno de los principales atractivos turísticos de esta ciudad, la historia de su construcción se remonta a finales del siglo 19, donde en el año 1894, el gobernador de Magallanes Manuel Señoret, compra un terreno alejado de la población, al norte de la ciudad de Punta Arenas para la futura construcción del Cementerio Municipal en aquella ciudad, y cuyo documento oficial de fundación fue firmada por el presidente Jorge Montt.
Ya en el año 1918 se iniciaron las obras de construcción del famoso portal de entrada que mira hacia avenida Bulnes, las obras fueron dirigidas por el ingeniero y arquitecto italiano Fortunato Ciscutti Bianchi y Trouvé, y fue financiada por la empresaria rusa Sara Braun Hamburguer y su padre; la construcción concluyó en el año 1923, donde hasta el día de hoy podemos apreciar tan magnifica construcción.
Al entrar por el portal, podemos apreciar la influencia inglesa al ver una plaza que distribuye avenidas de abedules y cipreses canadienses, y en el centro una cruz monumental donada por Alfonso Menéndez que da la bienvenida al visitante o a los deudos. Dentro del cementerio podemos encontrar diferentes mausoleos y capillas construidas algunas de mármol, esculturas forjadas en hierro, e increíbles adornos que acompañan dan un ambiente de tranquilidad que nos acompaña durante todo el recorrido por este cementerio.
El cementerio municipal Sara Braun evidencia un conjunto de influencias de inmigrantes que llegaron a la región a principios del siglo XX y que conforman la cultura Magallánica.
Leyendas del cementerio municipal de Punta Arenas
Sara Braun
Una de las leyendas más famosas que se cuenta del cementerio, es que cuando Sara Braun donó los fondos para el pórtico del cementerio puso como única condición que una vez que sus restos pasarán a través de la puerta principal, ésta debía ser cerrada definitivamente. Los historiadores no han podido confirmar o descartar este rumor, pero lo cierto es que hasta el día de hoy, solo se puede ingresar al cementerio a través de una puerta lateral.
A esta leyenda, se agrega otra, según el cual el cuerpo de Sara Braun, habría sido embalsamado y que cada 1 de noviembre es sacado de su tumba para ser maquillada y peinada, sin embargo, la historia es de otra persona Dina de Peruzovic, su esposo Juan, estilista de profesión, y al fallecer su mujer, la mandó a embalsamar y la sepultó en un mausoleo ubicado cerca de la entrada del Cementerio Municipal, según se dice como promesa y cada 1 de noviembre, Juan Peruzovic visitaba a su esposa Dina y la sacaba de su sepultura para peinarla, maquillarla y arreglarle las uñas, con el tiempo el Juan Peruzovic regresó a Buenos Aires donde lamentablemente falleció
Indio desconocido
Otra leyenda dentro del cementeerio es el famoso Indio Desconocido, la historia comienza en el año 1928, donde gracias al descubriendo de mármol blanco en la isla de Diego de Almagro, se fundó la compañia marmolera de Cambridge, la compañia decidió dejar al cuidado de las instalaciones de esta isla a un joven ruso de apellido Kravient y a un chilote de apellido Leal, pasaron semanas solos, hasta que el día 6 de mayo de 1929 un grupo de 12 Kaweskar, atacó a los dos cuidadadores dando muerte a Leal, milagrosamente Kravient (quien cuenta los hechos) salvo con vida, y escapó del campamento. Un mes tuvo que pasar para que la goleta (tipo de embarcación) pudiera recoger a Kravient, no sin antes regresar al campamento donde encontraron los cuerpos de Leal y a un indigena carcomido por aves de rapiña, curiosamente se le encontró sentado y con ropas que dejo en el campamento Kravient.
Unos días después, se avisó a las autoridades chilenas donde un buque de la armada traslado los cuerpos desde la misma Isla Diego de Almagro a Punta Arenas, en la ciudad se hizo la autopsia correspondiente donde se determino que Leal falleció por una herida de bala en su cabeza, pero el indígena no tenia signos de daños realizados por terceros, por eso se presume que murió por inmersión. Al no existir registros ni posibilidades de conocer la identidad del kawésqar, le asignaron el nombre cristiano de Pedro Zambra, ambos fueron enterrados ese mismo día de forma provisoria en el cementerio municipal de Punta Arenas, sin embargo, nadie reclamo los cuerpos, y pasó el tiempo hasta que una persona de buen corazón colocó una placa de mármol con la inscripción «Indio Desconocido». Éste fue el primer paso para la leyenda que lo acompaña, y cuya devoción se refleja en placas de agradecimiento, flores, y monedas que acompañan al conocido «Indio Desconocido».
Atractivo turistico
El cementerio de Punta Arenas es uno de los atractivos de la ciudad que el visitante no puede perderse. A través de los nombres inscritos en las lápidas comprobará lo cosmopolita que fue esta ciudad en sus inicios, y a través de la riqueza de sus mausoleos el esplendor que vivió. El ambiente es especialmente inspirador, por ello no es raro que varios escritores dediquen sus poemas al místico cementerio Municipal de Punta Arenas.
Descubre su historia en la voz de Mario Moreno, un investigador de la historia Magallánica.
Sara Braum, debería ser recordada cómo aquellos qué asesinaron al pueblo Indígena, Sara Braun no significó un logro en beneficio de la Humanidad.